A veces el Señor nos llama hacer algo en específico. Puede ser desde perdonar a un hermano hasta ir a otras naciones y predicar el evangelio. Por más grande o sencilla que sea la tarea, quieres quedarte en tu comodidad y no tienes la valentía de asistir a Su llamado. Esto no te permite recibir las bendiciones que Dios tiene para tu vida. Este mensaje te ayudará a tener la valentía de contestar el llamado de Dios cuando más fácil quedarte en tu comodidad.