No todo es conveniente

No todo es conveniente

Max Salinas

1 Corintios 10:23

Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

(Nueva Traducción Viviente)

Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene.

Dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo trae beneficio. 

La Biblia dice que aunque todo está a nuestro alcance, no todo es conveniente o provechoso para nuestras vidas. Sin embargo, muchas personas dicen que a ellos nadie les va a prohibir nada y dicen vivir en libertad, pero en realidad no se dan cuenta que son esclavos de vicios o tentaciones, lo que La Biblia menciona como esclavos del pecado (Juan 8:34)

Algunos pasos para saber que es conveniente para nuestras vidas:

  1. Debemos buscar a Dios y tener comunión con Él. Porque si no tenemos comunión con Dios, difícilmente escucharemos su voz para ser guiados por el camino correcto.
  2. Analizar si lo que vamos a hacer honra a Dios.  “Cristiano” Significa seguidor de Cristo y esto implica agradar a Dios. Entonces, aunque todo está a nuestro alcance, antes de actuar debemos preguntarnos si eso agradará a nuestro Señor.
  3. No nos dejemos llevar por algo, aunque parezca inocente: 

Ciertas cosas pareciera que no le hacen mal a nadie y talvez es cierto, pero La Biblia nos advierte lo siguiente…

Hay camino que parece derecho al hombre,
Pero su fin es camino de muerte.

Proverbios 16:25

Las cosas espirituales tienen que discernirse espiritualmente y una persona que no busca de Dios difícilmente entenderá que hay ciertos limites y peligros en lo que este mundo nos ofrece.

Conclusión.

1 Juan 2:16-17 dice:

16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Este pasaje nos dice que los deseos de la carne y todo lo que este mundo nos ofrece es pasajero, pero si hacemos la voluntad de Dios, es decir, le obedecemos, entonces permaneceremos para siempre y esto último nos habla de beneficios eternos.

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