Enfrenando al enemigo

Enfrentando al enemigo

Juan Carlos Pérez Gómez

¿Por qué hay personas malas en este mundo? ¿Por qué Dios no se deshace de ellas? ¿Cómo nosotros tenemos que lidiar con ellas?

Un día Jesús contestó estas preguntas: 

24Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo. 25Pero, mientras todos dormían, llegó su enemigo y sembró mala hierba entre el trigo, y se fue. 26Cuando brotó el trigo y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. 27Los siervos fueron al dueño y le dijeron: “Señor, ¿no sembró usted semilla buena en su campo? Entonces, ¿de dónde salió la mala hierba?” 28“Esto es obra de un enemigo”, les respondió. Le preguntaron los siervos: “¿Quiere usted que vayamos a arrancarla?” 29“¡No! —les contestó—, no sea que, al arrancar la mala hierba, arranquen con ella el trigo. 30Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha. Entonces les diré a los segadores: Recojan primero la mala hierba, y átenla en manojos para quemarla; después recojan el trigo y guárdenlo en mi granero”».

Mateo 13:24-30

Ellos le dicen que la se la explique.

36Una vez que se despidió de la multitud, entró en la casa. Se le acercaron sus discípulos y le pidieron:—Explícanos la parábola de la mala hierba del campo.37 —El que sembró la buena semilla es el Hijo del hombre —les respondió Jesús—. 38El campo es el mundo, y la buena semilla representa a los hijos del reino. La mala hierba son los hijos del maligno, 39y el enemigo que la siembra es el diablo. La cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.40 »Así como se recoge la mala hierba y se quema en el fuego, ocurrirá también al fin del mundo. 41El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los que pecan y hacen pecar. 42Los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes. 43Entonces los justos brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga.

Mateo 13:36-43

El plan de Dios para todos ha sido retrasado pero no será derrotado.

Nosotros no somos responsables de arrancar la mala hierba. Mientras tanto qué debemos de hacer.

¿Cómo respondemos al sufrimiento que experimentamos de aquellos que hacen el mal que está presente en nosotros?

Primeramente, no te sorprendas por tus sufrimientos.  1 Pedro 4:12-19

Segundo, debemos esperar ser recomenzados mientras sufrimos.

Tercero, Orar para ser protegido y liberado del enemigo. Jesús ora para la protección de sus seguidores. 

Cuarto, decide no tomar venganza. Te atreverías a confiar plenamente en Dios de aquellas cosas específicas que han hecho daño? Por qué si confías en él entonces que habrás liberado del trago amargo de la venganza. Confía en el Señor.

La enseñanza de esta parabola también es vista en Romanos 12: 9 No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré»,

Enfrentamos al enemigo exponiendo su maldad a la luz, confesando el pecado, orando por protección y haciendo el bien, y dejando que el Señor haga su justicia.

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