Nosotros somos responsables de vivir y mostrar con todas nuestras fuerzas y energías, lo que Dios está haciendo en nosotros. Fallar en esto, sería vivir en el engaño de la vieja criatura en vez de la verdad de la nueva y regenerada criatura.
Si deseamos vivir en la persona de Jesús debemos de:
- Despojarnos del viejo hombre. Esto implica comenzar a descartar nuestra vieja naturaleza y carácter. Nuestra vida cristiana no está diseñada para ser vivida con cargamento de nuestra vieja vida. No son compatibles.
- Renovarnos en el espíritu de nuestra mente, de manera continua
- Nuestra actitud espiritual y mental debe de ir perdiendo las manchas de nuestro pasado
- Vivir una vida de constante agradecimiento a Dios por su salvación.
Conclusión
- Cuidémonos de tomar posturas que puedan dar lugar al razonamiento humano
- La vida de Cristo es totalmente opuesta a la de los gentiles
- Constantemente debemos de estar derribando los argumentos que se levantan contra Dios