Como peregrinos en una tierra extranjera, debemos tener un estilo de vida radical en medio de los que no conocen a Dios. El tema acá es la sumisión total a Dios en cada área de nuestras vidas. Jesús ofrece el patrón de vida. Aunque seamos libres en Cristo, esta libertad nos impulsa a vivir como siervos de Dios, para servir en cada área de nuestra vida.
En un momento de dificultad como el que experimentaban los destinatarios de esta carta, Pedro les hace un recordatorio de cuál es su situación en el mundo. Cuando tenemos que padecer por la fe, si pensamos en nuestra verdadera ciudadanía, será más fácil poner nuestra vista en lo eterno.